3º día en tierras belgas: Brujas, un cuento helado de hadas

Tercer día de visita por el país belga, hoy toca Brujas, quizás la ciudad que más me ha gustado de todo lo que he visto por aquellas tierras.

Brujas es una ciudad encantandora, que tiene algo especial, tiene algo que te hipnotiza y que encanta, quizás sean sus casas, quizás sus tiendas, quizás sus canales, o sus parques, pero la verdad es que es increíble.

Lo primero que visitamos de Brujas fue el "Palacio del Hielo", una especie de museo que está desde noviembre hasta enero, y que merece mucho la pena ver. A 40 grados bajo cero puedes ver la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el Big Ben y muchas figuras de Ice Age 2 (este año está dedicado a la peli), la verdad que impone mucho ver tanto hielo con formas tan complejas y tan bien hechas, al detalle... Un poquito de frío sí, pero un buen rato sin duda, con ese tobogan de hielo, ese iglú, ese bar de hielo, y hasta con cleenex cuando sales y se te cae el moquillo.

Tras el Ice Palace, empezamos a patearnos Brujas, dimos vueltas y vueltas, y encontramos sitios bonitos, la gran plaza con su mirador, la iglesia donde hay sangre de Cristo (o eso dicen), las chocolaterías (mi perdición), y las tiendas de encajes ( muy típicas allí). También sorprende la Navidad de esta gente, que se vuelcan en ella, y tienen tiendas sólo de Navidad, con bolas de cristal artesanas para los árboles que valen hasta 30 euros la bola... La verdad que merece la pena ir Brujas y comerse o tomarse un buen chocolate de los de allí, sin olvidar la chocolatería Leónidas,una de las mejores de toda Bélgica, y como no quiero seguir aburriendo aquí pongo foticos para que lo veáis...